Motivada y «físicamente muy bien». Rocío Gamonal, cuatro veces Campeona de España de Ciclocross, saca a relucir su carácter competitivo y deja claro que irá a por todas en Tabor (República Checa), el escenario en el que este domingo luchará por el Mundial.
No lo tendrá fácil la ciclista polesa. Su principal enemigo será el frío, con temperaturas de quince grados bajo cero, y su posición de salida. «Las ciclistas españolas salimos de los puestos de atrás, porque las carreras nacionales no puntúan para este ránking», explica Rocío, que calcula que partirá de la plaza 81. «Me pasaré toda la carrera remontando. Es complicado, pero -insiste- físicamente estoy bien».
Sí será más difícil hacer frente al intenso frío checo. Con capas de nieve de treinta centímetros que pueden esconder placas de hielo. «Habrá que tener mucho cuidado», dice Rocío, que a sus treinta años es ya una veterana de este deporte. Por eso, a pesar de las complicaciones, confía en hacer un buen resultado: «Quedar entre las diez primeras sería un gran éxito». Para lograrlo tendrá que superar a sus rivales en una prueba de 45 minutos sobre un trazado de unos dos kilómetros. «Es una carrera explosiva, de mucha velocidad, en la que rodaremos a unos treinta y pico kilómetros por hora», detalla esta ciclista, que ya compitió en Tabor hace ocho años.
«Hay que sufrir»
«Lo pasamos mal aquella vez, sobre todo por el frío, que por la noche llegaba a los 24 grados bajo cero», recuerda Rocío, quien explica que el problema es cómo afecta a la forma física: «No rindes ni al 50%, las piernas no te van, te duelen los pies...». Pero, añade al segundo, «esto es un Campeonato del Mundo y hay que ir mentalizada de que vas a sufrir mucho».
«Saldré a tope para darlo todo», remarca esta ciclista que atesora un completo palmarés. Títulos de entre los que destacan sus cuatro campeonatos nacionales y el Mundial de Team Relay, además de sus participaciones con la selección.
Sólo hay un hueco que Rocío tiene intención de completar: acudir a los Juegos Olímpicos. Se quedó fuera de la cita de Pekín en el último momento, con prácticamente las maletas hechas. Y, ahora, aspira a llegar en forma para participar en los Juegos de Londres 2012.
«Tengo capacidad de mejora y sé que puedo rendir para estar en Londres, que es mi máximo objetivo, es la ilusión de todo deportista y para mí sería la guinda del pastel». Una tarta de títulos que jalonan una carrera deportiva que comenzó en León, «en una carrera a la que me llevaron medio engañada mis amigos». Tenía 17 años. Y tanto le gustó, que se decidió a federarse y empezar a competir en serio. Los resultados no tardaron en llegar y le brillan los ojos cuando se le pregunta por su primer trofeo: «Tengo la copa en casa como oro en paño, quiero más esa copa, que gané en León, que la medalla del Campeonato del Mundo».
«Al principio me hacía mucha ilusión ganar, ahora parece que es una obligación ya que te dan siempre como favorita. Aunque, la verdad es que yo sí estoy contenta cada vez que gano porque además veo que mejoro mis tiempos, lo hago mejores que cuando era una 'guaja'», reconoce Rocío. De momento, apunta, «todavía me queda cuerda».
